Alicia sale de su casa en el centro hacia el restaurante Temel, uno de los más elegantes de Bogotá. Va a una comida en la que será la única mujer invitada. Es noviembre de 1950 y el evento, una celebración del Círculo de Reporteros Gráficos, que acaba de obtener su personería jurídica. Cromos publica una fotografía en la que se le ve sonriente, cámara en mano, rodeada de fotógrafos y jefes de redacción de los principales periódicos colombianos. Para varios de ellos, Alicia es el centro de atención, como ocurre en muchas otras imágenes. Su presencia en el evento constituye el reconocimiento a su trayectoria como reportera gráfica que ya acumulaba varios años de trabajo para diferentes periódicos.

Nacida en Contadero (Nariño) el 12 de diciembre de 1925, Alicia se inició en la fotografíasiguiendo los pasos de su padre, Florentino, con quien fundó Foto Chamorro en Pasto, a mediados de la década de 1940. Inclinada inicialmente hacia el retrato, pronto se convirtió en corresponsal de medios como El Siglo, El Colombiano y Cromos, que publicaron sus imágenes tomadas en diversos eventos ocurridos tanto en Pasto como en otras poblaciones del sur del país.

Las primeras fotos firmadas por Alicia aparecieron en una doble página de Cromos, en febrero de 1946 cuando ella tenía veinte años recién cumplidos. Son seis imágenes que registran la visita del liberal Alberto Lleras Camargo quien, como presidente designado desde agosto del año anterior, hizo un recorrido por Nariño y el valle del Sibundoy. Alicia capturó al mandatario y a su comitiva en los diversos eventos de la gira: comidas, bailes y reuniones políticas. Cinco meses más tarde, Cromos publica de nuevo una doble página con fotos suyas, tomadas en La Unión. El evento, la inauguración del monumento al mariscal Sucre, ubicado en el sitio donde había sido asesinado 116 años antes. Figura central fue el expresidente Eduardo Santos patrocinador del monumento y quien en ese momento dirigía la Academia de Historia. Ambos reportajes gráficos muestran dos ángulos que seríanconstantes en las fotografías de Alicia: tomadas desde arriba de la escena o en el mismo nivel en que transcurre el suceso o se ubica el personaje.

El mayor despliegue dado en prensa a un reportaje suyo fue el de la gira del presidente conservador Mariano Ospina Pérez, en enero de 1949 por el sur del país. El Colombiano publicó dos fotos tomadas por Alicia en primera página, en sus ediciones del 4 y del 6 de enero. Adicionalmente, publicó veintidós fotos en tres ediciones. La mayoría de ellas y otras que no salieron en el periódico fueron recogidas en el libro El presidente Ospina en el sur de Colombia o una apoteosis de los hombres de trabajo. Por primera vez, un fotógrafo, en este caso Alicia, tuvo un libro exclusivamente con su trabajo. Este hecho es fundamental, para la historia política del país y para la historia de la fotografía nacional, en la que Alicia ocupa un lugar preponderante, aunque muy poco reconocido hasta ahora.

Reportera gráfica
En su época, Alicia Chamorro fue ampliamente reconocida como fotorreportera. Su presencia en un medio predominantemente masculino era tan llamativa, que su trayectoria fue objeto de reseñas y entrevistas de prensa. Ya en 1946, el presidente Lleras Camargo, quien acumulaba veinte años de trabajo en periodismo, había reconocido a Alicia como la única reportera gráfica femenina en el país y, además, muy audaz. Audacia demostrada, por ejemplo, cuando subió al volcán Galeras a tomar la fotografía del avión de Lansa accidentado en mayo de 1950. Fue la única fotógrafa que tomó imágenes en el sitio del accidente; una de ellas fue publicada por El Colombiano y es la única conocida de ese suceso.

Con el paso del tiempo y tal vez debido a su temprano fallecimiento, su nombre se diluyó. De su trabajo se han podido documentar cerca de cincuenta fotografías publicadas en prensa con el crédito correspondiente y, además, se encontraron ampliaciones y negativos de muchos de los eventos que cubrió, conservados en álbumes familiares. Las investigaciones sobre historia de la fotografía en Colombia apenas la mencionan, como se aprecia en dos referentes de ese campo. El listado de Clemente Airó, que no pretende ser exhaustivo, señala que Alicia fue «la primera mujer socia del Círculo de Reporteros Gráficos». Por su parte, Eduardo Serrano, en su exhaustiva investigación, apenas le dedica una línea y fija su actividad hacia 1948: «primera mujer que desempeñaría esta profesión en el país».

Luego de trabajar como retratista y corresponsal gráfico en Pasto durante varios años, Alicia se trasladó a Bogotá, a finales de 1950. El año siguiente sería, hasta ese momento, el más intenso en su vida profesional. Además de mantener su vínculo con El Siglo, fue contratada por la radio revista Ahora, tomó fotografías de los entrenamientos del Batallón Colombia que se preparaba para ir a la guerra de Corea y fue nombrada secretaria del Círculo de Reporteros Gráficos.
Los editores de Ahora informaron sobre su contratación: «Esta hermosa mujer, su voz y sus fotografías (símbolo y compendio de la mujer moderna), representan lo mejor que les podemos brindar en estas páginas y en los correspondientes espacios radiales». La radio revista Ahora fue un ambicioso proyecto que buscaba unir lo mejor de la radio y de la prensa impresa, entendiendo que se complementaban. Los temas serían variados y tendrían varias versiones escritas: unas se difundirían en radio y otras en la publicación, respetando las características de cada medio. Alicia, con su voz y con sus fotografías, reunía y simbolizaba esa posibilidad de complementar audio e imagen.
Sobre su trabajo con el Batallón Colombia quedan un par de imágenes en los álbumes familiares y una libreta con dedicatorias y firmas, principalmente de oficiales. «Las historias gráficas de los primeros días del Batallón Colombia fueron admirablemente captadas por Alicia», escribió el capitán Jaime Durán en esa libreta. Esas historias gráficas no fueron publicadas. La conformación del Batallón, bajo la presidencia del conservador Laureano Gómez, fue polémica y quizá por ello hay escaso registro en prensa de lo ocurrido durante los cuatro meses que duró el entrenamiento.

Después de 1950, hay algunos registros de eventos y artistas fotografiados por Alicia. Para 1954, trabajaba en el Departamento Cinematográfico del Estado, dependencia de la Oficina de Información y Prensa, creada en la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla. La vinculación al departamento cinematográfico es una muestra de su exploración permanente del medio. En sus inicios como fotógrafa en Pasto retoca retratos con pincel. Como fotorreportera explora diferentes ángulos para lograr que la imagen contenga la información del suceso; incluso registró un evento en el que combina la velocidad de un auto con la inmovilidad de unos lejanos espectadores. En la última etapa de su vida profesional usó una cámara estereoscópica que permitía ver imágenes tridimensionales en color, con un view master.

En su concepto, el equipo era un medio muy importante, pero el resultado dependía de la imaginación y la habilidad técnica. «Esta idea de que es preciso desarrollar ciertas capacidades por medio del conocimiento aplicado me hace ambiciosa. Mi mayor anhelo es estudiar fotografía como se estudia otra carrera. Me gustaría mucho, por ejemplo, estudiar en un instituto fotográfico de los Estados Unidos», declaraba a un periodista.
La vida no le alcanzó para cumplir ese deseo. El 20 de julio de 1958 falleció en Bogotá. La causa: lupus eritematoso. Quizás estuvo afectada por los químicos con los que, desde muy joven, trabajó en el laboratorio, pues siempre quiso estar a cargo de todo el proceso: «Ninguna fotografía que tome me parece completa sin que yo realice todas las operaciones, desde apretar el disparador hasta despachar la foto. Me parece que le falta algo que es mío absolutamente, ese toque personal que cada uno debe dar a su propio trabajo». Las imágenes que tomó, tanto para la prensa como para su archivo personal, muestran su visión de la época y cómo se relacionó con su cámara para, con habilidad técnica y mirada de artista, interpretar el mundo a través del lente.
La primera documentación que se realiza a su trabajo, así como un análisis al mismo, están consignados en el libro Reportaje a una reportera. Alicia Chamorro, fotógrafa 1925 -1958, que se publica al cumplirse cien años de su nacimiento. Por su parte, el acervo fotográfico de la hasta ahora desconocida fotógrafa nariñense fue donado por su hijo, Adrián Chamorro, a la Biblioteca Nacional de Colombia, donde podrá ser consultado.

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