ETAPA 3 | Televisión

Los jesuitas y la paz

22 de abril de 2025 - 4:14 pm
Tras la muerte del Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano de la historia, Hernán Darío Correa reflexiona sobre la visita del Papa a Colombia en 2017, la historia de los jesuitas y su rol en la construcción de paz y modernización de las naciones donde han estado presentes desde su fundación en el siglo XVI.
El Papa Francisco (Jorge Bergoglio) nació en 1936 en Buenos Airess y murió el 21 de abril de 2025, en el Vaticano. Fue el primer Papa latinoamericano de la historia, y el primero no europeo desde el siglo VIII. Foto: Getty Images.
El Papa Francisco (Jorge Bergoglio) nació en 1936 en Buenos Airess y murió el 21 de abril de 2025, en el Vaticano. Fue el primer Papa latinoamericano de la historia, y el primero no europeo desde el siglo VIII. Foto: Getty Images.

Los jesuitas y la paz

22 de abril de 2025
Tras la muerte del Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano de la historia, Hernán Darío Correa reflexiona sobre la visita del Papa a Colombia en 2017, la historia de los jesuitas y su rol en la construcción de paz y modernización de las naciones donde han estado presentes desde su fundación en el siglo XVI.

Este artículo es una versión resumida y editada de un ensayo escrito en el año 2017 con motivo de la visita del Papa a Colombia. El ensayo completo, saldrá en el próximo libro de su autor, titulado La alegría (y la pena) de leernos.

 

En ocasiones el sentido de una historia se revela en acontecimientos que de un solo golpe anudan los hilos silenciosos con los que aquella se había venido tejiendo. Fue el caso del encuentro de la década pasada de dos figuras de la Compañía de Jesús: Francisco de Roux y el Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio), fallecido el 21 de abril de 2025. Ambos se habían proyectado en un primerísimo plano sobre el telón del titubeante proceso de paz nacional. De Roux era el presidente de la Comisión de la Verdad en un contexto en el que el plebiscito de apoyo a la paz se perdió por la activa participación de las iglesias protestantes, convocadas por una derecha explícitamente ultramontana. El Papa Francisco, por otra parte, se dirigió a los jóvenes y al episcopado en su visita a Colombia de 2017: a los jóvenes les dijo «no se dejen robar la esperanza»; y al episcopado, que en su mayoría guardó silencio durante la campaña del plebiscito: «muchos pueden contribuir al desafío de esta nación, pero la misión de ustedes es singular, ustedes no son técnicos ni políticos, son pastores, y por lo tanto deben insistir en la reconciliación del país».

Los jesuitas se han alternado como sombras y luces a partir de su fundación a comienzos del siglo XVI por San Ignacio de Loyola. Eran los albores del capitalismo y del debate ante la reforma protestante, y los jesuitas se extendieron desde el Vaticano hasta las provincias más apartadas, las de los «infieles», a donde llegaron sus legendarios misioneros o sus exiliados: China, Vietnam, Japón, India, Paraguay, Rusia o Polonia. La Compañía de Jesús también llegó hasta los pasillos de las Cortes, los parlamentos o los barrios y fábricas obreras, las universidades y colegios, las iglesias nacionales y las comunidades campesinas europeas o latinoamericanas.

Jean Lacouture, en su libro Jesuitas, nos ofrece unas ventanas magistrales para asomarnos a estos cinco siglos de tensión entre su misión evangelizadora, la búsqueda espiritual de sus miembros alrededor de la razón, la ciencia y la fe, así como la investigación y el reconocimiento del mundo y su diversidad, los juegos de poder entre el Vaticano, los episcopados nacionales, las monarquías y las repúblicas de los nacientes Estados nacionales. Ante todo, los jesuitas derivan su potencia de una estructura institucional cuya fuerza reside en su capacidad de rehacerse desde las cenizas a las que los redujeron varios Papas cuando decidieron disolverlos, diversas expulsiones continentales o nacionales, o sus propias contradicciones, a partir de dos aspectos centrales, según Lacouture: «Una estructura rígida, y experiencias múltiples». A esto se suma una exigente ruta de iniciación para sus miembros, que deben recorrer en su devenir iniciático los caminos de los fundadores: ir descalzos por el mundo evangelizando mientras asumen la búsqueda espiritual y de Dios, forman a la juventud y aportan al desarrollo de las ciencias. Según las configuraciones de poder de cada país, los jesuitas han acompañado, combatido o eludido su modernización, bajo el principio inamovible de obediencia al Papa y una casuística de realismo político, de apego al poder como forma de relanzar sus propósitos evangelizadores.

A mediados del siglo XIX, el Syllabus de Pio IX —anexo a la encíclica Quanta Cura (1864) como un catálogo de los males del siglo— llevó a un superior jesuita a esta confesión, citada por Lacouture: «La Compañía de Jesús, al igual que la Iglesia, no tiene hostilidad ni preferencia por los regímenes políticos de los diferentes Estados. Sus miembros aceptan sinceramente la forma de gobierno bajo la cual la Providencia los ha situado, con tal que sea favorable o al menos respetuosa de los derechos reconocidos a todo ciudadano. Si yerra en algún punto, se acepta. Si se reforma, se aplaude el progreso. Si concede nuevos derechos a los ciudadanos, se reivindica la buena acción. Si amplía las libertades, se sirve de ello para desarrollar las obras de beneficencia y de celo. Los jesuitas observan las leyes existentes, respetan a las autoridades, cultivan las virtudes de los buenos y leales ciudadanos, participan en las adversidades y las alegrías del país».

La relación entre los jesuitas y la construcción de la modernidad ha sido compleja. Tan compleja como la razón instrumental que San Ignacio de Loyola aplicó con furor paradójico contra los herejes: o para «extirpar la herejía» o para que «arraigue la religión católica». También para inaugurar la mirada intercultural sobre los pueblos asiáticos, amerindios;  y, más tarde, para inspirar y desarrollar las reformas del Concilio Vaticano II en los años sesenta del siglo XX a partir del generalato de Pedro Arrupe, que chocó con Juan Pablo II  cuando apoyó el descentramiento de la ciencia y de la fe en torno a la justicia social. Esta lógica contradictoria los ha llevado de un lado a otro en reformas y contrarreformas religiosas, o en los avances, retrocesos y estancamientos políticos propios de las revoluciones y restauraciones de Occidente. Fueron expulsados de la Francia del siglo XIX. Regresaron a Colombia en la Regeneración de Núñez. Y fueron estigmatizados en la república neoconfesional y autoritaria colombiana de comienzos del siglo XXI.

Por bandazos como esos los jesuitas han estado en el centro de las más agudas polémicas. En el tercer tomo de su obra sobre la Compañía de Jesús, Lacouture cita como epígrafe al historiador austriaco René Fulop-Miller, que aborda esta cuestión: «Si se hubiesen contentado con atribuir un papel más importante a la voluntad humana dentro de los límites de la teología católica, a las “obras” un mayor valor y a la gracia una significación diferente (…) nadie, fuera de la Iglesia, habría tenido motivo o derecho a levantar la voz para juzgar estas diferencias de criterio. Pero los jesuitas no se han contentado con servir como “soldados de Cristo” en el silencio de los conventos y los debates de los concilios. Se han derramado por todo el mundo, en los gabinetes de los soberanos y de los ministros, en los parlamentos y las universidades, en las salas de audiencia de los déspotas asiáticos, junto a las hogueras de los pieles rojas, en los observatorios, en los institutos de física y de psicología, en los escenarios, en los congresos de sabios y en las tribunas políticas (…). Han querido ser considerados entre gente mundana como gente mundana, entre los sabios como sabios, entre los artistas como artistas, entre los políticos como políticos, y ser tratados en pie de igualdad en todos estos ámbitos. Por consiguiente, no pueden escapar a esta esfera mundana, a la crítica mundana. Como, además, hay que atribuir a los jesuitas una influencia considerable sobre la civilización intelectual y material de Europa, tenemos derecho a examinar si esta influencia ha significado una ganancia o una pérdida, un “progreso” o una “reacción”».

En nuestro caso, podemos hablar de un feliz encuentro, en el sentido platónico, entre los procesos personales e institucionales del Papa Francisco y De Roux: ambos encarnan el compromiso de contribuir a que Colombia dé un paso adelante. Es feliz porque de la casuística que ha caracterizado a esa «catedral de las ambigüedades», como Lacouture denomina a la Compañía de Jesús,  salió un Papa que, para Leonardo Boff, era «pragmático, no doctrinario, cuya apuesta por los pobres se centra en ese concepto jesuita por excelencia». Y también es feliz  por alguien como Francisco de Roux, cuyo compromiso con la paz, la educación popular y las víctimas es reconocido y respetado por todos desde varias décadas atrás.

Hay una pregunta que se renovó para el encuentro del Papa Francisco y de Roux, y que todavía es vigente: ¿estarán el episcopado, los partidos políticos y todos los demás actores a la altura de una modernidad que no resiste más aplazamientos? Se trataba entonces, y se trata ahora, de responder preguntas abiertas y urgentes en este país del Sagrado Corazón. Son preguntas que nos conciernen a todos. En la década pasada vimos la configuración de un extraño ecumenismo invertido: a la violencia y la corrupción se sumó un extraño fenómeno de unidad política para que nada cambiara, entre sectores de las iglesias de la reforma y de la contrarreforma, antes enfrentadas en Europa y que de algún modo convivieron durante parte del siglo XX entre nosotros, inaugurando su mutua «tolerancia» con base en el anti-comunismo y en la apertura del Concilio Vaticano II.

En los años setenta, el jesuita estadounidense Daniel Berrigan publicó en Newsweek un mensaje para el presidente Nixon y los responsables de las operaciones militares en Vietnam. Lacouture cita las palabras con las que cierra su misiva. Son palabras necesarias para la decidida acción ciudadana, la única que puede romper este círculo vicioso: «La paz no triunfará sin una acción emprendida por un gran número de hombres y mujeres honestos».

CONTENIDO RELACIONADO

Array

23 de abril de 2025
Entre el 23 y el 27 de abril, el festival In-Edit presentará catorce documentales de música en Bogotá; C. Tangana, John Lennon y Blur son algunos de los protagonistas. Y una de las principales novedades es It was all a dream (2024), un documental de la periodista dream hampton que retrata el hip-hop de los noventa y sus principales estrellas como The Notorious B.I.G. en toda su explosión creativa y comercial al mismo tiempo que critica su machismo y considera los retos del periodismo para cubrir esta cultura.

Array

21 de abril de 2025
Emmanuel Restrepo (Medellín, 1992) ha hecho teatro, televisión, cine, improvisación y así ha habitado casi todas las perspectivas que puede tener un actor. Ha hecho parte de grandes producciones audiovisuales —como la serie de Netflix La primera vez y la novela Rigo, basada en la vida del ciclista Rigoberto Urán— y de obras de teatro como Good Bye, sobre el suicidio; y Negro, que habla de memoria en un país racista, homofóbico y cruel con la niñez. Le preguntamos sobre este oficio que pauta su vida y que le ha dado una voz para hablar de lo que considera importante.

Array

19 de abril de 2025
Los dos programas de moda en la televisión colombiana son, por un lado, los consejos de ministros que transmite el presidente Gustavo Petro; por el otro, el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que se emite por internet. Dos películas de un mismo país, dos formas de rendir cuentas, dos espejos del cambio que ruge en las aguas profundas.

Array

18 de abril de 2025
MUBI es una plataforma global de streaming y distribución cinematográfica dedicada al cine de autor, independiente y de calidad artística. Gracias a su curaduría especializada, y a su visión del cine como algo más que entretenimiento masivo, MUBI ha creado una gran comunidad, que trasciende lo virtual en eventos como el MUBI Fest. En el FICCI 2025, hablamos con Sandra Gómez, su directora de marketing para América Latina: una de las regiones de mayor crecimiento de la plataforma.

Array

17 de abril de 2025
En 1982, GACETA publicó la introducción del crítico uruguayo Ángel Rama a su libro La novela latinoamericana. Rama fue uno de los críticos literarios más importantes de su tiempo, y en este libro analizó la nueva ficción narrativa que surgió en la región entre 1920 y 1980. Fue en este periodo cuando surgieron fenómenos como el Boom Latinoamericano, del que hizo parte el peruano Mario Vargas Llosa. Luego de su fallecimiento a los 89 años, republicamos el texto de Rama para pensar con él sobre nuestras letras y su desarrollo en el siglo XX.

Array

16 de abril de 2025
En su visita a Colombia en 2018, Mario Vargas Llosa perdió sus lentes el día antes de leer su discurso como invitado de honor a la FILBo. Tras la muerte del Nobel este 13 de abril, la entonces editora de su sello en Colombia recuerda su paso por Bogotá justo antes de las elecciones que llevarían a Iván Duque a la presidencia.

Array

15 de abril de 2025
La frontera encantada, la tercera novela de Giuseppe Caputo (Barranquilla, 1982) es un libro umbral que fluye entre géneros literarios: es capaz de narrar, reflexionar, imaginar, teorizar y poetizar. Al mismo tiempo, según escribe el también barranquillero Pedro Carlos Lemus, el narrador piensa lo dividido y lo medio, cruza límites que también son oportunidades para ver el mundo con perspectiva: «Este es un libro que busca la visión completa, la de la herida individual y la social». La reseña de Lemus también se pregunta por las medias caras y los medios caminos, por el placer y la familia con Barranquilla como marco geográfico, y, finalmente, por el nuevo deseo que surge de esa nueva visión.

Array

14 de abril de 2025
El hueco, de Santiago Reyes Villaveces, es una de las exposiciones nominadas al XIII Premio Luis Caballero y será exhibida hasta el 4 de mayo de 2025 en la Galería Santa Fe de Bogotá. Reyes Villaveces recrea las grietas, los charcos y, claro, los huecos del suelo bogotano para reflexionar sobre el caos urbano, pero también sobre las fuerzas geológicas subyacentes. En esta entrevista, el artista reflexiona sobre la división entre naturaleza y cultura, la transformación discursiva del arte y la relación de El hueco con la cultura popular.

Array

13 de abril de 2025
«Si todo cambia a toda velocidad, ¿cómo cambiará el concepto que los humanos tenemos de los animales en unos años? ¿Cómo se analizará en cinco décadas lo que se hacía con los animales en los años 20 del siglo XXI?». Esa es la pregunta que se hace Leila Guerriero en esta nota introductoria de El corazón de la bestia, un lanzamiento de Bookmate Originals que se adentra las relaciones, siempre dinámicas, entre humanos y animales. La antología, editada por Guerriero, cuenta con un prólogo del argentino Martín Caparrós, y textos de Santiago Rosero (Ecuador), Emiliano Ruiz Parra (México), Soledad Gago (Uruguay), Lina Vargas Fonseca (Colombia) y Sabine Drysdale (Chile). El afecto, la crueldad, la domesticación, la libertad, la violencia y la convivencia son algunos de sus principales aristas.

Array

12 de abril de 2025
Estos son cinco discos de hip-hop que abordan a Dios, la Biblia o la religión católica en general. A través de referencias, críticas, reflexiones y relatos, estos raperos exploran su espiritualidad y su entorno para hacer proyectos que no solo son interesantes para escuchar en Semana Santa: todos son buenísimos.