ETAPA 3 | Televisión

Noche permanente

Ojos de un niño Tikuna con un cielo amazónico. De la serie Amazonas profundo, 2017. Foto de Lorena Velasco.
Ojos de un niño Tikuna con un cielo amazónico. De la serie Amazonas profundo, 2017. Foto de Lorena Velasco.

Noche permanente

I

Todo era blando y lluvioso
___y me acuerdo especialmente de sus noches.

Cálidas como el vaho del venado acezante
___perseguido en la oscuridad pegajosa
sus estrellas dudosas apenas palpitaban
___sofocadas por humedades morenas.

II

Tibia gruta y muy blanda
___esta noche continua de mi infancia.

III

Yo escuchaba los ríos, mis amigos,
___embriagándonos de tanta lluvia,
___hinchándose,
___enreciando su voz.

Ah, tanta lluvia cayendo
___alimentando mi dulzura
___haciendo crecer los bejucos
___haciendo crecer el croar de los sapos
___el brillo de mi piel.

IV

Había grandes manchones plateados
___y charcos de claridad
___donde el cielo se acomodaba.

Todos ellos estaban habitados.

V

Los ojillos siempre alertas del guatín olfateando
___eran magníficos interlocutores
___para esa charla nerviosa
___que chisporroteaba en la negrura.

El caimito tenía una leche dulce
___y la caña picada se disolvía en nuestras bocas.

La selva bramaba más allá de los ladridos de los perros
___y su suspiro interminable
la colocaba para siempre de nuestra parte.

VI

Noche del Chocó, noche morena.

Noche eterna de mis diez años
___bajo una lluvia permanente.

VII

Todo era blando y lluvioso
___y no lo será nunca más.

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