ETAPA 3 | Televisión

Dos tierras de promisión

Plasticollage Soneto XXXII La palmera, 68 x 86,5 cm, serie Tierra de promisión, 1972-1974. Jonier Marín
Plasticollage Soneto XXXII La palmera, 68 x 86,5 cm, serie Tierra de promisión, 1972-1974. Jonier Marín

Dos tierras de promisión

Jonier Marín

Jonier Marín es una figura singular en el panorama del arte colombiano de las décadas del setenta y ochenta. Por su «exilio voluntario» en Brasil y Europa, se aisló de los canales de legitimación del arte nacional y, por lo tanto, del sistema de premios y exposiciones. Elusivo como pocos, Marín huyó sistemáticamente, no solo en un sentido geográfico, sino también de una identidad fija. Inició su carrera indagando en las posibilidades estéticas de los objetos cotidianos —palas, cepillos de dientes, alambres de púas, radios—, pero pronto derivó hacia una estética próxima al movimiento Fluxus, al dimensionar como artísticos los actos banales y cotidianos: regalar monedas en una calle en Italia, rasgar un billete e intentar vender sus pedazos, dormir en una hamaca en Nueva York, caminar por la selva amazónica.

Plasticollage Soneto XXIV En la estrellada noche, 68 x 86,5 cm, serie Tierra de promisión, 1972-1974. Jonier Marín
Plasticollage Soneto XXIV En la estrellada noche, 68 x 86,5 cm, serie Tierra de promisión, 1972-1974. Jonier Marín

Abrazó el arte conceptual al llegar a Brasil y renegó de él en los años ochenta, cuando comenzó a pintar cuadros en la oscuridad de una galería o lanzando grandes chorros de pintura verde y roja en alusión a la Amazonía. Incursionó en el videoarte cuando tuvo acceso en 1974 a la tecnología, e incluso experimentó con las instalaciones, en pleno auge de este tipo de propuestas. Aunque tempranamente incursionó en la performance y en el fotoconceptualismo, no abandonó una compulsión irrefrenable por un dibujo de trazos quebrados que comenzó cuando era estudiante de bachillerato en el Colegio Externado Nacional Camilo Torres, a mediados de los sesenta en Bogotá. Como buen brasileño de adopción, Marín podría considerarse un surfista de las tendencias. ¿Oportunista o camaleón? Posiblemente ninguna de las dos, o ambas. Es una de las razones por las que es tan difícil ubicarlo de acuerdo a las taxonomías usadas en la historia del arte nacional.

Plasticollage Soneto XXVII Los potros, 68 x 86,5 cm, serie Tierra de promisión, 1972-1974. Jonier Marín

Dos tierras de promisión

Entre 1972 y 1974 Jonier Marín vivió en Zúrich, donde trabajó una serie de plasticollages: composiciones abstractas hechas en papel aluminio, bolsas plásticas derretidas y pintura en aerosol sobre paneles de madera. Como referencia literaria para la realización de estas  obras, Marín se inspiró en Tierra de promisión (1921), colección de sonetos de José Eustasio Rivera —un poemario que anticipa la sensibilidad que co-menzó a cultivar el escritor y que luego desarrolló en su obra más famosa: La vorágine—. Como lo señaló Julio Paredes, Tierra de promisión recrea de forma nostálgica la geografía y los territorios afectivos de la infancia y primera juventud de Rivera en el recién fundado departamento del Huila.

Jonier Marín. Serie Tierra de promisión, 1972-1974 Cortesía del artista y de Espacio El Dorado, Bogotá Registro fotográfico de Tangrama.
Jonier Marín. Serie Tierra de promisión, 1972-1974 Cortesía del artista y de Espacio El Dorado, Bogotá Registro fotográfico de Tangrama.

La colección de sonetos se abre a través de un prólogo que introduce al yo poético: Soy un grávido río, y a la luz meridiana / ruedo bajo los ámbitos reflejando el paisaje. Ese río en el que se representa Rivera es el Mag-dalena y en él despliega una búsqueda artística que, poco a poco, mimetiza su espíritu con el territorio. Mientras el interés creativo de Rivera unió el yo poético al paisaje, Marín se detuvo en aquello que lo interviene. De allí se revela una tercera naturaleza: una vida mutante que surge después de la intervención humana en el mundo natural. Gaceta presenta en este dosier una selección de plasticollages que vuelven a ser vistos en su conjunto casi total en Bogotá, luego de su presentación en 1981 en la sala de exposiciones de la Biblioteca Luis Ángel Arango.

CONTENIDO RELACIONADO

Array

En Colombia se hablan setenta lenguas. GACETA quiere convertirse en una casa donde las lenguas nativas sean siempre bienvenidas. Yishé, que significa árbol de hojas menudas, escribe para Gaceta un poema en lengua Huitoto N+pode titulado Kue en+e d+kue y traducido por ella al castellano como “Soy tierra”.

Array

La COP16 reunió en Cali a miles de lideresas y líderes que llevan en sus cuerpos y sus quehaceres las luchas y enseñanzas de generaciones por la protección de la naturaleza y la biodiversidad. Estas son ocho de las personas que llegaron hasta Cali para compartir sus saberes y llamar la atención sobre lo que la madre Tierra pide.

Array

Un puño de concreto, alzado en el corazón de las protestas que sacudieron a Colombia en 2021, del que todos hablan y que algunos quieren demoler. El domingo 27 de octubre, durante los eventos de la COP16 en Cali, la comunidad de Puerto Resistencia y representantes del gobierno se encontraron a los pies de este contramonumento para reivindicar su importancia simbólica, histórica e identitaria. Esto fue lo que sucedió aquel día.

Array

Desde hace unos años ha habido un crecimiento en el consumo y producción de tragos artesanales que está creando nuevas formas de entender nuestra relación con el alcohol. Estas son las experiencias de algunos licoreros artesanales en el centro del país y su lucha por el reconocimiento de su oficio.

Array

Los conciertos tienen el poder de eliminar la ficción de estar solos. Un estadio, un canto, más de veinte mil cuerpos bailando. La forma en que las voces se unen nos transforman en algo más colectivo. El concierto «Paz con la naturaleza» arrejuntó a la gente de Cali alrededor de la COP16.

Array

GACETA recupera la faceta de crítico de cine de Andrés Caicedo con un perfil que escribió para esta revista en 1976 sobre Jerry Lewis, quien para él no solo era el último gran cómico de su época sino un espejo de nuestra torpeza y nuestra urgencia de redimirnos.

Array

Un recorrido por la ambiciosa industria que demanda oro a toneladas. ¿Pueden las naciones productoras recuperar la soberanía de su mercado? Así se purifica el oro artesanal colombiano.

Array

La propuesta de zona de reserva campesina La Guardiana alimenta el anhelo de las comunidades de Calamar en Guaviare. Localizada en inmediaciones del Parque Nacional Sierra de Chiribiquete, su declaratoria podría significar la titulación de miles de hectáreas de tierras históricamente en disputa. ¿A qué retos se enfrenta y qué está en juego en la región?

Array

Ni la geografía, ni la historia, ni los grupos armados ni la desgracia. Para el nuevo premio nobel de economía la causa de los problemas de Colombia es la política. Y eso justamente es lo que menos ha cambiado.

Array

La evolución del imaginario occidental y el espíritu de dominación de los últimos dos siglos sobre la selva generaron diferentes cambios en la forma de entender sus límites, fronteras y cuidados. ¿Cuáles son las narrativas que han ido transformando su lugar y sentido en nuestro mapa?