ETAPA 3 | Televisión

Entre nubes y silencio

18 de octubre de 2024 - 7:27 pm
Se dice que los frailejones deben su nombre a los frailes que durante la Colonia cruzaron montañas y páramos. Más allá de su apariencia mística, en este artículo se describe la importancia de «los dueños de la montaña».
Páramo de Chili en Pijao, Quindío. Foto de Miguel Winograd.
Páramo de Chili en Pijao, Quindío. Foto de Miguel Winograd.

Entre nubes y silencio

18 de octubre de 2024
Se dice que los frailejones deben su nombre a los frailes que durante la Colonia cruzaron montañas y páramos. Más allá de su apariencia mística, en este artículo se describe la importancia de «los dueños de la montaña».

Las primeras especies de frailejones fueron identificadas hace aproximadamente doscientos años. En 1801, Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland hicieron las primeras observaciones de frailejones en una expedición por Suramérica, particularmente en los páramos venezolanos. Sin embargo, el género Espeletia Mutis ex Humb & Bonpl fue formalmente descrito y publicado por Bonpland en el libro Plantae Aequinoctiales (1808), dando créditos a José Celestino Mutis, quien hizo una primera descripción, que no fue válida. Espeletia fue un nombre otorgado en honor a José Manuel de Ezpeleta, virrey de Nueva Granada entre 1789 y 1797. Cabe aclarar que se han descrito otros géneros de frailejones como Espeletiopsis, Ruilopezia, Coespeletia y Libanothamnus, pero la taxonomía de estos géneros actualmente ha cambiado. Por otro lado, a estas plantas se les llama frailejones por la semejanza con los frailes o monjes que en la época de la Colonia llegaron a Colombia atravesando montañas y páramos.

 

Cuando se levantaron los Andes

Existe un interés particular por los frailejones: en los últimos treinta años se han descrito alrededor de veinte especies del género Espeletia. A pesar del esfuerzo de José Cuatrecasas por avanzar en el conocimiento de este grupo de plantas, aún se continúan registrando nuevas especies, ya que faltan zonas de páramo por explorar. Los páramos, donde el viento canta y susurra al oído, donde el cóndor abre sus alas, donde el agua corre libre entre piedras y donde habitan los frailejones, los dueños de la montaña… Los páramos son ecosistemas dominados por plantas herbáceas, musgos, líquenes, arbustos y plantas arrosetadas, que generalmente tienen hojas pequeñas y carnosas; los páramos andinos, biomas neotropicales que se extienden por la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Perú, abarcando alrededor de tres millones de hectáreas, de las cuales Colombia tiene un poco menos del 50 %, que corresponde al 2-3 % de la extensión del país. Ecosistemas que se ubican por encima de la línea de árboles de los bosques altoandinos y por debajo de las nieves perpetuas, y se originaron a partir del levantamiento de la cordillera de los Andes.

Y aunque la interacción entre el clima, el suelo y la vegetación los convierte en proveedores de servicios ecosistémicos como la regulación hidrológica y climática, además de su alta diversidad de plantas, quizás lo más importante del páramo, en términos ecológicos, es la regulación hidrológica o provisión de agua. Si bien hay páramos secos, la mayoría son húmedos y presentan neblina constante y lluvias frecuentes de baja intensidad. La clave de la alta capacidad de regulación hidrológica está en el suelo y la vegetación. El crecimiento de las plantas en forma de roseta, los pelos de las hojas y la alta capacidad de almacenar agua de los musgos hacen que el páramo actúe como una gran esponja natural que lentamente captura y libera agua, alimentando quebradas y ríos, algo vital para el suministro de agua en la región Andina. Este ecosistema se carga de agua durante las estaciones húmedas y en las estaciones secas la va soltando, permitiendo así un flujo continuo en los caudales de las quebradas.

Con respecto a la diversidad, existe una idea errónea de que los páramos son ecosistemas desolados con pocas especies, puesto que al levantar la mirada lo que llama la atención son los frailejones y los pajonales, estos últimos plantas herbáceas del género Calamagrostis (Poaceae), que dominan el suelo y le dan ese color particular al páramo. Pero a pesar de las condiciones extremas de baja temperatura, alta radiación solar y alta humedad —con períodos de escasez fisiológica de agua—, el páramo es un ecosistema muy diverso, que alberga muchas especies de plantas, aves, mamíferos, anfibios y reptiles, como el lagarto collarejo, que no se encuentran en ningún otro sitio. En pocos metros cuadrados de páramo se pueden encontrar más especies de plantas que en otros ecosistemas como bosques secos o sabanas. En medio de la vegetación se encuentra escondida una gran diversidad de pequeñas plantas herbáceas que se deben observar con lupa, como orquídeas, puyas, líquenes, musgos, senecios, valerianas y arbustos de las familias Hypericaceae, Rosaceae, Melastomataceae, Asteraceae, Ericaceae, Caryophyllaceae, entre otras. La evolución en los páramos ocurre de manera relativamente rápida debido a la dinámica geológica y las fluctuaciones climáticas. Actualmente, la flora de los páramos comprende entre cuatro mil y cinco mil especies de plantas vasculares y alrededor de mil especies de plantas no vasculares, como los musgos.

Anatomía de un frailejón

Son plantas únicas y fascinantes, arbustos arrosetados con formas de crecimiento variadas —dependiendo de la especie y la edad—, que pueden ser rosetas pequeñas, sin tallo, de veinte centímetros de altura, hasta árboles leñosos ramificados, de seis metros de altura, que se adaptan perfectamente a las condiciones extremas del páramo. Tienen hojas largas y angostas, con una epidermis cubierta por células con potencial para almacenar agua. Estas hojas están cubiertas por unos pelos llamados tricomas, que forman una densa capa llamada pubescencia, generalmente blanca, grisácea o amarillenta. Esta pubescencia sirve como protección contra el frío extremo del páramo y la radiación solar intensa, además de ayudar a retener la humedad que generalmente está en forma de neblina o pequeñas gotas suspendidas en la atmósfera. Las hojas jóvenes crecen en rosetas y se disponen de manera espiralada en la yema apical, es decir, al final de un tallo erecto y fibroso, recubierto de hojas secas o muertas. A medida que el frailejón crece, las hojas más viejas mueren y se adhieren al tallo formando una especie de capa protectora, dándole un aspecto característico, como si estuviera abrigado. Estas hojas viejas unidas al tallo almacenan la humedad y crean un microhábitat compuesto por organismos vivos como hongos y bacterias encargados de descomponer la materia orgánica para liberar los nutrientes y retornarlos al suelo.

Las flores de los frailejones crecen principalmente en la parte superior del tallo por medio de inflorescencias, son de color amarillo y se agrupan en capítulos parecidos a las flores del girasol, el diente de león o las margaritas. En el caso de los frailejones están diseñadas para resistir las duras condiciones del páramo y son polinizadas principalmente por los insectos o el viento. Los frutos pequeños, redondeados o alargados, suelen ser de un color marrón o grisáceo. Las semillas, muy pequeñas, son dispersadas por el viento. Las raíces del frailejón están bien adaptadas al suelo de los páramos y son relativamente superficiales y fibrosas. Las características morfológicas de los frailejones les permiten cumplir con la función de retener el agua en las hojas y el tallo por medio de la condensación de neblina, agua que luego fluye al suelo en un proceso crucial para el ecosistema y sus procesos de regular el ciclo del agua. El frailejón es una planta de crecimiento lento y algunas especies pueden vivir cientos de años, lo que contribuye a su papel como símbolo de longevidad y resistencia en la cultura andina. El género Espeletia está en dos centros geográficos de la diversidad: la cordillera de Mérida venezolana y la cordillera Oriental colombiana. De las ciento cuarenta especies descritas, Colombia presenta la mayor riqueza con alrededor de noventa y dos especies, de las cuales setenta y cinco son endémicas, es decir, que solo se encuentran aquí, y unas sesenta y ocho especies se encuentran en alguna categoría de amenaza.

 

Una planta de dos millones de años

La historia evolutiva del frailejón se remonta a cerca de 2,5 millones de años. Es una planta icónica en los páramos por su papel ecológico, pero también por su profunda conexión cultural con las comunidades que habitan o dependen de este ecosistema. En la cultura de los habitantes del páramo, el frailejón es visto como un símbolo de vida y resistencia en un entorno bajo condiciones extremas. Su capacidad para sobrevivir en el frío y con alta radiación solar, además de un lento ciclaje de nutrientes, lo convierte en una insignia de adaptabilidad. Para algunos habitantes de los Andes, el frailejón tiene un significado espiritual al ser considerado una planta sagrada protectora del agua y de la vida. Algunos mitos y leyendas locales hablan de los frailejones como guardianes del páramo, como seres vivos que promueven el bienestar de la naturaleza. Los frailejones también han sido fuente de inspiración artística para poetas, músicos y pintores, que los han representado en sus obras. Además, tienen usos medicinales, con propiedades antihipertensivas, antiinflamatorias y antioxidantes. Por ejemplo, la infusión o decocción de las hojas ayudan con problemas renales, pulmonares y otras enfermedades respiratorias como el asma y la tos, y se usan como ungüento. Por todo esto, la conservación de los páramos es prioritaria.

El páramo de Santurbán está en la estribación oriental de la cordillera oriental, entre los departamentos de Santander y Norte de Santander. Este páramo, reconocido como un ecosistema estratégico de alta importancia para la conservación de la diversidad y regulación hidrológica —ya que debe abastecer de agua a cerca de 2.200.000 habitantes de veinte centros urbanos en ambos departamentos, incluidos Bucaramanga y Cúcuta—, garantiza los sistemas productivos y agropecuarios. En Santurbán se encuentra el páramo de Berlín, ubicado en el municipio de Tona (Santander), lugar simbólico por su diversidad y paisajes naturales, con aproximadamente quinientas cincuenta hectáreas en humedales, que hace parte de dos cuencas hidrográficas importantes, las de los ríos Arauca y Catatumbo. El páramo de Berlín ha sufrido impactos en su componente ambiental debido al desarrollo de actividades productivas como la ganadería, la agricultura y la minería. La siembra de cultivos de papa, cebolla y ajo sumada a los pastizales dedicados a la producción ganadera y ovina generan cambios en la cobertura del suelo, pérdida de la vegetación natural, aumento de la erosión y compactación del suelo. Estas alteraciones disminuyen la conectividad ecológica y afectan el equilibrio y funcionalidad del ecosistema, así como la provisión de servicios ambientales, alterando la regulación hidrológica y aumentando los caudales máximos y mínimos.

 

Un frailejón de cien pesos

Los frailejones son mucho más que plantas ancladas en los páramos, son un símbolo espiritual y cultural que conecta a las comunidades rurales con su entorno, por lo que su preservación es fundamental para mantener un equilibrio ecológico y cultural en los páramos. El frailejón es tan importante para Colombia que a partir de 2012 aparece en la moneda de cien pesos, además del personaje Ernesto Pérez, de la serie de televisión Cuentitos mágicos, caricatura inspirada en un frailejón que se ha popularizado en la cultura del páramo. Finalmente, muchas especies de frailejones presentan una pequeña área de distribución y en los páramos aún queda mucho por explorar. Por lo tanto, con el aumento de estudios se espera encontrar nuevas especies de frailejones, así como mejorar las estrategias nacionales y regionales de conservación y restauración, todo con el trabajo articulado entre las instituciones y los habitantes del páramo.

CONTENIDO RELACIONADO

Array

25 de abril de 2025
La segunda etapa de la Biblioteca de Escritoras Colombianas está compuesta por antologías de cuento, poesía, novela corta, crónica, dramaturgia, ensayo, literatura infantil, literatura testimonial, literatura rebelde y miscelánea. En esta entrevista, la escritora caleña Pilar Quintana, directora editorial del proyecto, habla sobre el proceso de edición, el lugar marginal que han ocupado las escritoras, y la polifonía que representa leer los libros que han escrito.

Array

23 de abril de 2025
Entre el 23 y el 27 de abril, el festival In-Edit presentará catorce documentales de música en Bogotá; C. Tangana, John Lennon y Blur son algunos de los protagonistas. Y una de las principales novedades es It was all a dream (2024), un documental de la periodista dream hampton que retrata el hip-hop de los noventa y sus principales estrellas como The Notorious B.I.G. en toda su explosión creativa y comercial al mismo tiempo que critica su machismo y considera los retos del periodismo para cubrir esta cultura.

Array

22 de abril de 2025
Tras la muerte del Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano de la historia, Hernán Darío Correa reflexiona sobre la visita del Papa a Colombia en 2017, la historia de los jesuitas y su rol en la construcción de paz y modernización de las naciones donde han estado presentes desde su fundación en el siglo XVI.

Array

21 de abril de 2025
Emmanuel Restrepo (Medellín, 1992) ha hecho teatro, televisión, cine, improvisación y así ha habitado casi todas las perspectivas que puede tener un actor. Ha hecho parte de grandes producciones audiovisuales —como la serie de Netflix La primera vez y la novela Rigo, basada en la vida del ciclista Rigoberto Urán— y de obras de teatro como Good Bye, sobre el suicidio; y Negro, que habla de memoria en un país racista, homofóbico y cruel con la niñez. Le preguntamos sobre este oficio que pauta su vida y que le ha dado una voz para hablar de lo que considera importante.

Array

19 de abril de 2025
Los dos programas de moda en la televisión colombiana son, por un lado, los consejos de ministros que transmite el presidente Gustavo Petro; por el otro, el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que se emite por internet. Dos películas de un mismo país, dos formas de rendir cuentas, dos espejos del cambio que ruge en las aguas profundas.

Array

18 de abril de 2025
MUBI es una plataforma global de streaming y distribución cinematográfica dedicada al cine de autor, independiente y de calidad artística. Gracias a su curaduría especializada, y a su visión del cine como algo más que entretenimiento masivo, MUBI ha creado una gran comunidad, que trasciende lo virtual en eventos como el MUBI Fest. En el FICCI 2025, hablamos con Sandra Gómez, su directora de marketing para América Latina: una de las regiones de mayor crecimiento de la plataforma.

Array

17 de abril de 2025
En 1982, GACETA publicó la introducción del crítico uruguayo Ángel Rama a su libro La novela latinoamericana. Rama fue uno de los críticos literarios más importantes de su tiempo, y en este libro analizó la nueva ficción narrativa que surgió en la región entre 1920 y 1980. Fue en este periodo cuando surgieron fenómenos como el Boom Latinoamericano, del que hizo parte el peruano Mario Vargas Llosa. Luego de su fallecimiento a los 89 años, republicamos el texto de Rama para pensar con él sobre nuestras letras y su desarrollo en el siglo XX.

Array

16 de abril de 2025
En su visita a Colombia en 2018, Mario Vargas Llosa perdió sus lentes el día antes de leer su discurso como invitado de honor a la FILBo. Tras la muerte del Nobel este 13 de abril, la entonces editora de su sello en Colombia recuerda su paso por Bogotá justo antes de las elecciones que llevarían a Iván Duque a la presidencia.

Array

15 de abril de 2025
La frontera encantada, la tercera novela de Giuseppe Caputo (Barranquilla, 1982) es un libro umbral que fluye entre géneros literarios: es capaz de narrar, reflexionar, imaginar, teorizar y poetizar. Al mismo tiempo, según escribe el también barranquillero Pedro Carlos Lemus, el narrador piensa lo dividido y lo medio, cruza límites que también son oportunidades para ver el mundo con perspectiva: «Este es un libro que busca la visión completa, la de la herida individual y la social». La reseña de Lemus también se pregunta por las medias caras y los medios caminos, por el placer y la familia con Barranquilla como marco geográfico, y, finalmente, por el nuevo deseo que surge de esa nueva visión.

Array

14 de abril de 2025
El hueco, de Santiago Reyes Villaveces, es una de las exposiciones nominadas al XIII Premio Luis Caballero y será exhibida hasta el 4 de mayo de 2025 en la Galería Santa Fe de Bogotá. Reyes Villaveces recrea las grietas, los charcos y, claro, los huecos del suelo bogotano para reflexionar sobre el caos urbano, pero también sobre las fuerzas geológicas subyacentes. En esta entrevista, el artista reflexiona sobre la división entre naturaleza y cultura, la transformación discursiva del arte y la relación de El hueco con la cultura popular.